Crisis Climática

Existe un pastoreo que lucha contra la crisis climática, un pastoreo que conlleva la restauración del suelo y del agua, que mejora su fertilidad y la retención de carbono. Naturaleza Pastoreada pretende caracterizar y fomentar este pastoreo bajo la idea de que el ganado que pasta cultiva la vida y la premisa del trabajo técnico y en red, vinculado a cada territorio.

La ciencia ha dejado claro que la crisis climática está causada por la actividad humana y que, aunque hay pérdidas irreparables, hay mucho por salvar. Ser la causa del problema es, a la vez, la oportunidad de ser parte de la solución.

Los expertos apuntan el punto de inflexión: cambiar nuestra relación con la naturaleza y evitar  consecuencias tan feroces. La clave es trabajar por una transformación del modelo productivo y del sistema económico. Naturaleza Pastoreada aporta su granito de arena en este camino.

El cambio climático es, junto con la pérdida de biodiversidad, los grandes desafíos a los que se enfrenta nuestro momento histórico. El ganado que pasta es la herramienta para hacer frente a estos retos. Algunos motivos:

  • Gracias a sus pisadas, sus bocados y sus heces funcionan los ciclos naturales del suelo, base de la vida de los ecosistemas.
  • El almacenamiento de carbono en el suelo mejora con el pastoreo sostenible, lo que reduce nuestro impacto al calentamiento global.
  • Se Reduce muy significativamente la incidencia de incendios, uno de los mayores impactos del cambio climático en la zona mediterránea: disminuye la acumulación de biomasa combustible y conserva los hábitats
  • Nos permite aprovechar cada gota de lluvia que cae en el suelo, ya que genera pasto que cubre el suelo.
  • Su acción permite restaurar hábitats amenazados en nuestro país.
  • El pastoreo nos permite conservar paisaje y cultura en el medio rural.
  • Con un ganado que pasta, producimos alimentos poco dependientes de insumos externos, basado fundamentalmente en recursos locales.

Mirar más al suelo

El suelo es clave para la vida, para la seguridad alimentaria porque es el lugar donde crecen nuestros alimentos y es necesario conservarlo y regenerarlo para evitar su agotamiento y el avance de la desertificación.

La ganadería extensiva cuida la vida invisible que sostiene toda la demás, la biodiversidad del suelo. Es el lugar de la naturaleza con mayor concentración de especies. Las funciones que desempeñan cuando los suelos están sanos van desde permitir el óptimo rendimiento de los cultivos, mejorar la sostenibilidad y rentabilidad del sector agrícola, a ser vitales ante la crisis ambiental, climática y de biodiversidad.

El diagnóstico actual es que, al menos, el 25% de los suelos agrícolas del mundo está degradado de manera severa y que existe una pérdida del 75% de la biodiversidad de los cultivos a escala mundial. Y la ganadería extensiva puede hacernos ganar al respecto. Por manido que sea el mensaje, somos parte de un todo y las soluciones pasan, en ocasiones, por recuperar el papel que cada elemento tiene en ese engranaje. Los herbívoros, sobre todo en climas mediterráneos, fueron y son fundamentales para mantener vivos los suelos. Naturaleza Pastoreada concibe al ganado, y su función, como la de esos herbívoros.

Como parte de esa gran concepto de ganadería regenarativa, se concibe el ganado que pasta como herramienta que juega un papel esencial en devolver la vida al suelo. «Hay que mirar más al suelo y no tanto al cielo». Al poner en el centro la necesidad de alimentar los suelos, cuidarlos y mantenerlos sanos como base de la producción vegetal y animal, ponemos en el centro la vida del planeta: sin suelo no hay lugar en el que crezcan nuestras comidas, y al conservarlo, además de garantizar la continuidad de los cultivos, garantizamos la calidad de la comida.