El contenido ambiental de estas sección está basado en el tema ambiental de la Escuela de Docentes: Economía Circular.
El proceso de fabricación de nuevos productos contamina el agua, la atmósfera y el suelo y muchos de los residuos que no se reciclan terminan en nuestros ríos y mares.
En la economía circular los productos se piensan, se diseñan y se fabrican teniendo en cuenta toda su vida útil: producción, transporte, distribución y fin de vida. Asistimos a un cambio de modelo productivo en el que se pone el énfasis en que los productos puedan ser desmontados, reparados, actualizados, etc. para prolongar al máximo su vida útil.
El consumo de bienes y servicios tiene un elevado coste ambiental tanto en su fase de producción como, posteriormente, la gestión de los residuos que se generan. Estos costes ambientales (y sociales) son consecuencia tanto de nuestro modelo de consumo como del de producción, siendo mayor el impacto en el llamado modelo lineal de producción, o lo que es lo mismo, el modelo de usar y tirar.
La economía circular propugna un cambio de modelo que va más allá del reciclaje: se basa en la revalorización de los recursos, productos y materiales, alargando su vida útil teniendo en cuenta la jerarquía de los residuos (prevención > minimización > reutilización> reciclaje> recuperación energética > desecho) y dando valor a lo que ya tenemos en lugar de desechar lo viejo frente a lo nuevo.