Los 111 lagos y humedales, representados por 140 organizaciones, que conforman la Red Mundial de Living Lakes, expresan su profunda preocupación por el grave estado de deterioro y destrucción de algunos de los humedales mediterráneos más importantes del sur de Europa. La red mundial se ha reunido los días 6, 7, 8 y 9 de mayo de 2019 en la ciudad de Valencia, España, con motivo de su 20 aniversario.
 
Las zonas húmedas más singulares y relevantes de España suponen hábitats de trascendencia para la conservación de la biodiversidad a nivel global, ya sea como áreas de cría o invernada de muchas especies o como área obligada de paso en las rutas migratorias de las aves entre Europa y África. En un país con los recursos hídricos tan limitados e irregulares, los humedales también ofrecen áreas de recarga y descarga de acuíferos, laminación de avenidas, mejora del microclima local, áreas de pasto en verano y espacios de ocio entre otros servicios.
 

Somos conscientes del esfuerzo realizado por las administraciones y los ONGs en las últimas décadas en la restauración de ciclos hídricos en determinados humedales, así como del tratamiento y depuración de las aguas que reciben muchos de los mismos. En los último 25 años (1992-2017) se han constatado 685 proyectos de restauración, lo que puede suponer la recuperación de algo más del 13% de la superficie de este tipo de ecosistemas.
 
Sin embargo, consideramos inadmisibles las condiciones de falta de agua o de contaminación, principalmente por riegos y efluentes agrícolas, que sufren los mayores humedales ibéricos, como la Albufera de Valencia, el Mar Menor, el Delta del Ebro o los Parques Nacionales de las Tablas de Daimiel y Doñana.
 
Tampoco se entiende que, en pleno siglo XXl, no se plantee la relativamente fácil restauración de los grandes lagos interiores que mantuvo la Península Ibérica y fueron desecados a mediados del siglo XX, como la Laguna de Antela, el Mar de Campos y la Laguna de La Janda.
 
• La Laguna de Antela (provincia de Orense), desecada a partir de 1958, fue uno de los humedales de mayor extensión de la Península Ibérica, con 7 km de largo y 6 km de ancho, según la época del año.
• El Mar de Campos (Palencia) se extendía sobre 2.500 ha dependiendo de la pluviosidad. Se desecó en 1968. A partir de 1990 sólo se han podido recuperar 300 ha en Fuentes de Nava así como las áreas de La Güera (30ha) y El Hoyo (30 ha).
• La Laguna de La Janda (Cádiz) llegó a tener unas 4.000 ha de extensión hasta que se desecó en la década de los años 60. Fue el humedal interior más importante del sur de Europa. Su estratégica situación, a poca distancia de África y junto al Parque Natural de los Alcornocales, era lugar obligado de descanso de las aves migratorias antes de cruzar el Estrecho de Gibraltar.
 
Por tanto, consideramos que es urgente la efectiva implementación de la Directiva Marco del Agua en España y los Planes de Cuenca. La Comisión Europea ha hecho pública su evaluación de los planes hidrológicos de demarcación para el periodo 2016-2021. Los resultados la evaluación apuntan a que no se ha mejorado de forma significativa el estado de los ríos, humedales y acuíferos europeos en comparación con el anterior periodo 2009-2015. La Comisión Europea ha establecido 25 recomendaciones para España, de las cuales se consideran prioritarias las siguientes:
• Velar por que los terceros planes hidrológicos de cuenca se aprueben a tiempo, respetando los requisitos del proceso de participación pública requerido.
• Hacer un uso extendido de los caudalímetros, para asegurar que se midan y registren todas las captaciones, y que los permisos se adapten a los recursos realmente disponibles.
• Asegurar que los terceros planes hidrológicos aplican correctamente el artículo 9 relativo a la recuperación de costes de los servicios del agua, lo que incluye el cálculo y la internalización de todos los costes ambientales y de los costes de los recursos.
• Asegurar que se especifican las necesidades hídricas, en términos de cantidad y calidad, de los hábitats y especies protegidos en España, y de que éstas se traduzcan en objetivos específicos para cada zona protegida, identificando asimismo los mecanismos de seguimiento y las medidas pertinentes.
 
En el ámbito de la nueva programación de la Política Agraria Común, habilitar una medida específica, dentro del Programa Marco Nacional, dirigida a los espacios agrarios perilagunares o comprendidos dentro de las cuencas de estos humedales, y que permitan compatibilizar la producción agraria con la reducción del consumo de agua y de los efluentes con altas cargas de fertilizantes o productos fitosanitarios.
 
 
La restauración de los tres grandes humedales ibéricos desecados en el siglo XX: Antela, Mar de Campos y La Janda. Algunos de los proyectos técnicos de reinundación se encuentran redactados y no se ejecutan únicamente por falta de voluntad política, dado que existen suficientes fondos privados y públicos, ya sean nacionales o europeos, para su consecución.
 
En el marco de la 15. Conferencia Internacional, los miembros de Living Lakes han tenido la oportunidad de informarse en detaille sobre la situación de la Laguna de Albufera, como humedal representado en la red de Living Lakes y anfitrión de la presente Conferencia. Los miembros de Living Lakes espresan su gran preocupación por la degradación de está sufriendo este ecosistema y solicitan a las autoridades competentes la implementación de medidas efectivas de recuperación y protección de este humedal de importancia internacional:
• La reducción relevante de la contaminación agrícola difusa de nutrientes y productos fitosanitarios:
• La recuperación ambiental de acequias.
• La transformación de superficies de Tancats perimetrales del lago en zonas húmedas.
• Acuerdo con los regantes para destinar los caudales naturales a l’Albufera y aprovechar las aguas residuales regeneradas para el riego.
• Revegetación y reforestación en las cuencas de los barrancos que confluyen en la Albufera.
• Drenajes sostenibles para guíar las escorrentías pluviales hacia la Albufera.
• Aportaciones de agua del Júcar para que la Albufera pueda rebajar los niveles de contaminación y tener así una adecuada situación de salubridad.
 
Ante los enormes desafíos provocados por el cambio climático y la pérdida de la biodiversidad, llamamos a los responsables políticos de asegurar el cumplimiento con la legislación vigente y consensuar un pacto político global dirigido a la construcción de un nuevo modelo de gestión de las aguas. Un modelo cimentado en una nueva cultura que entienda la necesidad de conservar los humedales ibéricos, no sólo por sus servicios a la sociedad, sino por representar un patrimonio único y, especialmente, por nuestra propia dignidad como ciudadanos.
 
Valencia, España, a 9 de mayo de 2019