Logo

España se comprometió por Ley en 1989 a elaborar un inventario nacional de sus humedales para conocer su evolución y poder protegerlos. Más de tres décadas después, el inventario nacional recoge como mucho dos de cada diez humedales, si se tienen en cuenta los reconocidos en inventarios autonómicos no aportados al catálogo nacional, los que figuran en otro tipo de inventarios oficiales presentes y en catálogos del pasado reciente y los que han aparecido de forma más o menos oficiosa en diversas informaciones.

Esta investigación ha logrado aunar información pública de diversas fuentes oficiales, publicada y no publicada, obtenida a través de peticiones de información pública, para elaborar el mayor inventario contemporáneo de humedales y sus características, y presentarlo en un mapa homogeneizado e interactivo. Junto a esta herramienta de consulta e investigación, se desgranan las grandes amenazas para las zonas húmedas en el país que hizo ley de la desecación masiva en el pasado y después permitió que se secaran Las Tablas de Daimiel, la eutrofización del Mar Menor y ha puesto en riesgo Doñana.

A Ciegas

La deficiente catalogación de los humedales en España

La primera dificultad para conservar los humedales reside en que España no sabe exactamente los que tiene ni su situación. El recientemente aprobado Plan Estratégico de humedales 2030 del Ministerio de Transición Ecológica, al tiempo que va desgranando las medidas a tomar a futuro respecto a las zonas húmedas, dibuja una situación que es un compendio de retrasos, incumplimientos, irregularidades e ilegalidades en muchos casos consentidas, desidia y falta de financiación de medidas aprobadas hace años. El problema empieza con el hecho de que el inventario nacional está lejos de verse concluido “a pesar del tiempo transcurrido desde su inicio”, señala el Plan 2030. El tiempo transcurrido, efectivamente, es de décadas.

Fue La Ley 4/1989 (modificada por la ley 42/2007), de 27 de marzo, de conservación de los espacios naturales y de la flora y fauna silvestres la que estableció, en su artículo 25, “la elaboración de un Inventario nacional de zonas húmedas a partir de la información proporcionada por las Comunidades Autónomas, con el fin de conocer su evolución y, en su caso, indicar las medidas de protección que deben recoger los planes hidrológicos de cuenca”.

En desarrollo de este mandato legal, el Real Decreto 435/2004, de 12 de marzo, configura, en sus artículos 3 y 4, el Inventario español de zonas húmedas como un instrumento al servicio de la conservación de los humedales, que proporcione información sobre el número, extensión y estado de conservación de aquellos que estén situados en territorio nacional.

SÓLO 2 DE CADA 10 HUMEDALES CATALOGADOS ESTÁN INCLUIDOS EN EL INVENTARIO NACIONAL

Solo 9 Comunidades Autónomas han aportado sus datos al Inventario Español de Zonas Húmedas (IEZH), 19 años después de la creación del inventario español. Hasta enero de 2023, este inventario está compuesto por un total de 871 conjuntos de humedales repartidos en 1.352 puntos.

Casi el 50% de los humedales incluidos en el catálogo se encuentran en una situación de conservación desfavorable o han desaparecido. Solo el 12,9% de los sitios analizados puede considerarse en buen estado de conservación atendiendo a "la calidad del hábitat que precisan sus poblaciones de aves".

Estado de conservación de las zonas húmedas incluidas en el Inventario Español de Zonas Húmedas en enero de 2023 | Fuente: MITECO

A este número se pueden sumar los 4.415 puntos de zonas húmedas catalogadas por las cinco Comunidades Autónomas que actualmente cuentan con su propio inventario autonómico pero que aún no lo han incluido en el inventario nacional. Igualmente habría que añadir los que, estando en catálogos autonómicos, no han sido aún aportados al nacional, como los 7 humedales de la Comunidad Valenciana añadidos recientemente con la cartografía incluida en el inventario regional. Por otra parte, las Comunidades Autónomas de Extremadura, Canarias y Cantabria, a pesar de no disponer de un inventario oficial, han declarado en los últimos años a través de notas de prensa o jornadas sectoriales que disponen en conjunto de un total de 402 posibles zonas húmedas. Esto nos muestra que solo el 20% de los humedales catalogados en España está incluido actualmente en el inventario nacional.

En el siguiente mapa se muestran las Comunidades Autónomas que disponen de sus inventarios incluidos en el IEZH, aquellas comunidades que cuentan con catálogos autonómicos sin incluir aún en el nacional y las comunidades que a día de hoy no han publicado sus inventarios a pesar de que cuentan con zonas húmedas catalogadas de Importancia Internacional en el convenio Ramsar. Es el caso de Extremadura con el Embalse de Orellana y el Complejo lagunar de La Albuera; Cantabria con las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel; Canarias con el Saladar de Jandía o Playa del Matorral.

CCAA con inventarios incluidos en el IEZH
CCAA solo con inventarios autonómicos
No disponen de inventarios públicos

A la falta de zonas húmedas en el inventario básico se unen otras deficiencias que se muestran en el Plan Estratégico de Humedales 2030 y entre las que se incluyen:

Por otra parte, las Comunidades Autónomas tienen la obligación de actualizar periódicamente la información disponible sobre los sitios incluidos en la lista Ramsar de Humedales de Importancia Internacional. Según el Plan Estratégico de Humedales 2030, de los 76 lugares inscritos en la lista, 66 tienen información obsoleta. Esto representa el 86% del total de humedales en Ramsar.

Para este trabajo también se ha acudido a inventarios previos, algunos realizados hace más de 70 años, como base para el trabajo de localización y catalogación de humedales. Entre ellos, se encuentra la Base Documental de los Humedales Españoles (BDHE), un trabajo de recopilación de información sobre humedales en España realizado en la década de los 2000 con información publicada en catálogos previos, como el Inventario de Humedales desarrollado en 1991 por la Dirección General de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas o el primer trabajo de recopilación "Catálogo de los lagos de España" por Luis Pardo en 1948.

MAPA INTERACTIVO: Conoce los humedales catalogados en España

Este mapa interactivo muestra los datos recopilados de diferentes fuentes de información pública con el objetivo de mostrar la información oficial disponible hasta este momento sobre los humedales catalogados en España. Se presentan los datos básicos del Inventario Español de Zonas Húmedas (IEZH) y la situación de conservación; los catálogos autonómicos publicados y que aún no han sido añadidos al inventario nacional; los puntos localizados e información disponible en 2006 de la Base Documental de los Humedales Españoles (BDHE), así como los humedales inscritos en Ramsar.

Las Comunidades Autónomas de Extremadura, Cantabria y Canarias no han facilitado la cartografía de sus catálogos provisionales, por lo que no se dispone de información de estos territorios en la pestaña de los inventarios, aunque sí cuentan con puntos localizados en la BDHE y en Ramsar.

GENERAL
IEZH y CCAA
BDHE 2006
RAMSAR
Fuente: MITECO y Comunidades Autónomas

España cuenta con más de 5.000 zonas húmedas

Otra manera de aproximarse al número de zonas húmedas existentes en España se puede realizar a partir del análisis del Sistema de Información sobre Ocupación del Suelo en España (SIOSE) de 2014. Esta base de datos de información geográfica nos permite representar aquellas cubiertas cuyo suelo se encuentra catalogado como zona húmeda, turbera, marisma, salina, lagos o lagunas. Es una manera aproximada de poder mostrar una foto del total de humedales existentes en España, independientemente de su catalogación por parte de las Comunidades Autónomas. En el siguiente mapa se muestran más de 5.000 puntos en España con características que las pueden definir como potencialmente húmedas.

Zonas húmedas catalogadas en el Sistema de Información sobre Ocupación del Suelo en España (SIOSE) de 2014. Se muestran aquellas parcelas cuya ocupación coincide al 100% con una cubierta del suelo catalogado como zona húmeda, turbera, marisma, salina, lagos o lagunas | Fuente: elaboración propia a partir de la información extraída del SIOSE

CATÁLOGOS Y PLANES AUTONÓMICOS: La falta de información afecta a la Planificación Hidrológica

Según lo dispuesto en el artículo 24 del Reglamento de la Planificación Hidrológica, las Cuencas Hidrográficas deben incluir, en el registro de zonas protegidas, “los humedales de importancia internacional incluidos en la Lista del Convenio de Ramsar, de 2 de febrero de 1971, así como las zonas húmedas incluidas en el Inventario Español de Zonas Húmedas de acuerdo con el Real Decreto 435/2004, de 12 de marzo, por el que se regula el Inventario español de zonas húmedas”.

El deficiente cumplimiento del primer paso de la cadena competencial, que se debía iniciar con las comunidades autónomas elaborando sus propios inventarios y aportándolos al Inventario Español de Zonas Húmedas, no solo ha provocado que el inventario nacional sea muy limitado, además ha llevado a que las Confederaciones Hidrográficas cuenten con información deficiente para cumplir con el mandato de incluir esos humedales en las zonas protegidas dentro de los planes de cuenca.

En los Planes de Segundo Ciclo (2016-2021), la deficiencia fue aún mayor que la actual porque, como recogen las confederaciones en sus documentos de elaboración del Tercer Ciclo, solo tenían inscritos humedales en el IEZH las Comunidades Autónomas de Madrid, La Rioja, Andalucía, Principado de Asturias y Comunidad Valenciana. En el momento de redacción de los documentos de Tercer Ciclo se habían sumado las Comunidades de Castilla-La Mancha, Región de Murcia, y País Vasco. Posteriormente lo hizo Baleares.

Las Confederaciones han optado en sus planes de tercer ciclo por incluir, junto a los humedales que forman parte de la Lista Ramsar y aquellos aportados al inventario nacional, los catálogos autonómicos de autonomías que cuentan con ellos aunque no los han aportado al IEZH (como ha hecho la Confederación Hidrográfica del Duero con el catálogo de Galicia y Castilla y León; o la del Tajo con Aragón y de nuevo Castilla y León en la parte que afecta a su cuenca) y, donde ni siquiera existe un inventario autonómico, en ocasiones han optado por recurrir a trabajos preparatorios de las autonomías (como la Confederación del Guadiana con Extremadura). Algunas Confederaciones han incluido en sus registros de zonas húmedas protegidas humedales que no figuraban en ningún catálogo ni inventario, ni siquiera en trabajos preliminares, como reconoce haber hecho la Confederación Hidrográfica del Duero.

COMUNIDAD DE MADRID: Aunque es de las que más pronto elaboró un catálogo y un plan de actuación, incluso antes del decreto de 2004, no incluyó todos sus humedales. Fue la Ley autonómica 7/1990, de 28 de junio, de Protección de Embalses y Zonas Húmedas de la Comunidad Autónoma de Madrid la que contempló de forma expresa la creación de un catálogo y de un plan de actuación. El primer catálogo, de 1991, incluyó 15 humedales, aunque según los documentos de la Confederación Hidrográfica del Tajo, se hizo partiendo de “un amplio inventario preliminar”. Esto sería una pista para intuir que no todos los humedales se catalogaron, como prueba es también el hecho de que se ampliase dicho catálogo en septiembre de 2004, llegando a las 23 zonas húmedas catalogadas en el inventario de Madrid y aportadas actualmente al IEZH. La Comunidad de Madrid revisó en 2020 su Plan de Actuación sobre humedales de la CAM, incluyendo todos sus humedales catalogados en las normas de protección que recoge dicho Plan.

CASTILLA-LA MANCHA: Cuenta con un Estudio Inventario sobre la Evolución y la Ecología de las Zonas Húmedas que incluye cinco volúmenes, finalizado en 1989 por encargo de la Dirección General de Montes, Caza y Pesca de la Consejería de Agricultura. Esta autonomía, sin embargo, aportó sus humedales al IEZH mucho después, en 2018.

CASTILLA Y LEÓN: Aprobó también pronto su amplio catálogo, al tiempo que la Comunidad de Madrid, en 1991, lo amplió en 2004 pero no los ha aportado al IEZH. Cuenta actualmente con su propio catálogo con 296 humedales. Han anunciado que están trabajando en incorporar a su catálogo 70 nuevas propuestas de catalogación como zonas húmedas, entre ellas, la laguna de Boada (Palencia).

ARAGÓN: En su caso aprobó en 2010 el Decreto por el que se crea el Inventario de Humedales Singulares de Aragón, se establece su régimen de protección y se recoge la necesidad de elaborar el Plan de Acción Plurianual de Humedales Singulares de Aragón (Decreto 204/2010, de 2 de noviembre) tampoco los ha aportado al inventario nacional.

EXTREMADURA: Esta Comunidad Autónoma ni siquiera cuenta con un catálogo de sus humedales. La Confederación Hidrográfica del Guadiana ha utilizado los que figuran en un listado de trabajos preliminares para incluirlos en su información de los Planes de Tercer Ciclo, pero es una información parcial, limitada a 151 humedales de la cuenca sin ninguna información cartográfica asociada. Faltan los de Extremadura que se corresponden con la cuenca del Tajo, información que, sabiendo que existen dichos trabajos preliminares, ha sido solicitada tanto a la Confederación Hidrográfica del Tajo como al Gobierno de Extremadura y que no han aportado ninguna de las dos administraciones.

El pasado mes de marzo de 2023, la Junta de Extremadura firmó un convenio de colaboración con la Universidad de Extremadura para la realización de estudios destinados a la conservación y restauración de humedales con un importe de 7,8 millones de euros con cargo a los fondos europeos de recuperación NextGeneration EU. Entre las actuaciones a realizar, se encuentra la creación del inventario de zonas húmedas.

GALICIA: Tampoco ha aportado sus humedales al inventario nacional, pese a contar con su propio catálogo desde hace años, en concreto por mandato del Decreto 127/2008, de 5 de junio. En marzo de 2023, la Xunta de Galicia ha ampliado su catálogo autónomico para incorporar 400 nuevas zonas húmedas hasta alcanzar los 722 humedales. Galicia cuenta con seis humedales en la lista Ramsar.

Imagen 1
Imagen 2
Flamencos y una cigüeñuela común en humedales de Castilla-La Mancha | DATADISTA

LOS PLAZOS DEL PLAN 2030

Conocer lo que hay como paso previo a cualquier medida es tan relevante que el Plan 2030 coloca como primera línea de actuación el “conocimiento sobre el patrimonio de humedales”, calificando de “indispensable y urgente centrarse en las tareas de catalogación y en finalizar el IEZH” regulado en 2004 para que “todas las CCAA tengan sus humedales incluidos en este inventario”.

El Plan 2030 concreta que la información sobre humedales debe incluir sus características ecosistémicas, su funcionamiento hidrológico, su estado de conservación (“avanzando en la generación de cartografía georreferenciada actualizada de estos tipos de hábitat y su grado de conservación”), sus necesidades hídricas, de restauración ecológica o la previsión de efectos del cambio climático, entre otros.

Pero a pesar de hablar de urgencia, los plazos que se establecen en el Plan, tanto para el inventario como para el resto de información, son los siguientes:

- 2026. Inventario. Plazo para disponer del IEZH elaborado con la información aportada por todas las CCAA. Es decir, 22 años después de que el BOE recogiese los detalles de elaboración de dicho inventario y 37 años después de la norma que dio el mandato para su elaboración.

- 2030. Conservación. Se fija esta fecha para que “ningún humedal Red Natura 2000, Ramsar, Espacio Natural Protegido y/o del IEZH y ninguna especie y tipo de hábitat de interés comunitario ligado al medio acuático se encuentre en un estado de conservación desconocido”.

- 2030. Cartografía. El Plan fija este plazo para que se encuentre disponible la delimitación cartográfica de los humedales de dominio público, ya sea hidrológico o marítimo-terrestre, pero para ello es necesario cumplir con el paso previo de lograr que en 2025 exista un listado de qué humedales RN2000/Ramsar/ENP/IEZH forman parte del dominio público y además que se avance en el proceso de deslinde para que ese dominio sea efectivo.

Con la información disponible, el Plan 2030 recuerda la existencia de otra posibilidad como es delimitar y establecer perímetros de protección en base a la Ley de Aguas por parte de las confederaciones hidrográficas en sus planes de cuenca. Es algo que efectivamente ha hecho la Confederación Hidrográfica del Guadiana en su Plan de Tercer Ciclo (2022-2027) al ampliar considerablemente, hasta superar las 1.000 hectáreas, el perímetro de protección de las Tablas de Daimiel, con la intención de incluirlas en las tierras susceptibles de ser adquiridas por el Gobierno con cargo a los fondos NextGeneration EU.

INVENTARIOS DEL PASADO

Llama la atención comparar las deficiencias actuales con el ejercicio de sistematización y catalogación de humedales y lagos realizado por Luis Pardo en 1948, que dio lugar al Catálogo de los lagos de España publicado por el Instituto Forestal de Investigaciones y Experiencias, dependiente del Ministerio de Agricultura de entonces. El reto ya era ambicioso: “Aspira a recoger la totalidad de nuestros lagos y lagunas permanentes o temporales, cualesquiera que sean sus dimensiones”.

Cátálogo de los lagos de España, de Luis Pardo, publicado en 1948.

No es que exista en sus páginas crítica alguna a la labor del Instituto Nacional de Colonización, al que de hecho se alaba, pero la importancia y empeño por el cuidado de los humedales que recoge la introducción deja ver una actitud muy lejos de la creencia extendida sobre su insalubridad y el empeño en hacerlos desaparecer mediante drenajes y desecaciones, política de la que se habla en profundidad en el capítulo siguiente.

El catálogo de Pardo, de hecho, dice expresamente que va dirigido a “todos aquellos que, por razones geográficas, naturalistas, folklóricas o deportivas, sientan devoción por nuestras masas de agua lacustres”. Quiere que su obra contribuya “a fomentar la afición sobre la materia, estimulando a estudiosos y estudiantes a ahondar en una ciencia que, como la Limnología, en nuestra nación está en sus albores”.

Para ello realiza una labor de rastreo por toda obra, artículo o catálogo que pueda aportarle información sobre las masas húmedas de España, llegando la bibliografía de su catálogo a tener 522 entradas que empiezan con “el millar, con exceso, de Hojas aparecidas en el Mapa del Instituto Geográfico y Catastral”, utilizando “la representación cartográfica de las masas lacustres” que allí figuran. Después acudió a las bibliotecas y fondos que no hubieran sufrido daños en la Guerra Civil, a la Biblioteca Nacional, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la Dirección General de Turismo, la Federación Española de Caza, el Ministerio de Agricultura, el Museo Nacional de Ciencias Naturales y la Real Sociedad Española de Historia Natural. Por supuesto, el Diccionario de Pascual Madoz y la Geografía General dirigida por F. Carreras Candi le sirven de fuente amplia de información pero también la información de sociedades civiles como el Anuario del Club Alpino y Peñalara, libros cinegéticos o pesqueros y sus referencias a sistemas lacustres, guías turísticas y hasta novelas, como Cañas y Barro, de Blasco Ibáñez, por citar una, que le sirve para conocer datos sobre la Albufera de Valencia. Dos años estuvo trabajando en un catálogo que se hizo cosiendo documentos sin las posibilidades satelitales, de teledetección y cartografía que existen en nuestros días.

Además de trabajos poco exhaustivos e incompletos realizados en años posteriores, “entre finales de los años 80 y principios de los 90 se realizaron inventarios a nivel nacional encargados por la Administración”, en referencia al Inventario de Humedales desarrollado en 1991 por la Dirección General de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas, y se habló ya en el plan de 1999 de que cerca de la mitad de los humedales inventariados había sufrido alteraciones o procesos de degradación de diferente grado. Como reconoce el Plan 2030, “no es posible realizar una comparación precisa con el estado reflejado por los inventarios de los años 90 del siglo XX puesto que lamentablemente no se han vuelto a realizar trabajos equivalentes en un ámbito nacional, de manera que no se dispone de datos análogos actualizados”.

METODOLOGÍA

Este trabajo de investigación ha sido elaborado por DATADISTA siguiendo exclusivamente criterios periodísticos. Los datos utilizados han sido obtenidos de fuentes oficiales y de datos públicos abiertos siguiendo un proceso de homogeneización siempre que ha sido posible para hacer comparable la información.

Este trabajo se ha complementado con el acceso a otras fuentes oficiales como datos públicos abiertos del Instituto Geográfico Nacional (IGN), Ministerio para la Transición Ecológica, Información de las comunidades autónomas y los portales de datos de las respectivas confederaciones hidrográficas.

Se han realizado peticiones de acceso a información pública al Ministerio para la Transición Ecológica y a diferentes comunidades autónomas utilizando la Ley de Acceso a Información Medioambiental.