Victoria histórica: Europa sella, por fin, el acuerdo sobre la Ley de Restauración de la Naturaleza
La Ley de Restauración de la Naturaleza (LRN) se ha enfrentado a uno de los recorridos más de la historia de la legislación de la Unión Europea (UE). Tras sobrevivir a una campaña de desinformación sin precedentes, destinada a destruir la ley en el Parlamento Europeo, la normativa ha corrido el riesgo de ser rechazada en el último trámite en el Consejo de Medio Ambiente, algo excepcional en los trámites europeos. Finalmente, hoy el apoyo a la ley ha prevalecido. “Desde Fundación Global Nature estamos contentos de esta aprobación porque esta es una ley imprescindible para el futuro de nuestra biodiversidad, de nuestro sector agrario y nuestra alimentación, pero también porque consolida a Europa en sus instituciones y su toma de decisiones”, explica la responsable de Políticas y Cambio Climático de Global Nature, Vanessa Sánchez.
El Consejo de Medio Ambiente de la UE ha sellado la esperada Ley y ha dado último paso para que esta propuesta tan esperada se convierta en ley. La esperada decisión ha sido tomada por una mayoría de 20 países que representan el 66.07% de la población de la UE y ha sido aprobada gracias a que la ministra de Medio Ambiente de Austria, Leonore Gewessler, ha cambiado la postura anterior de su país en el último minuto, asegurando la aprobación de la ley.
Esta decisión histórica es resultado de una movilización pública masiva por parte de más de 6.000 científicos, más 100 empresas, más 200 ONGs, numerosos activistas climáticos y más 1 millón de firmas y mensajes de ciudadanos y ciudadanas que han pedido una Ley de Restauración de la Naturaleza fuerte a los líderes y decisores políticos.
Como señala la coalición #RestoreNature, formada por BirdLife Europe, ClientEarth, EEB y WWF EU: “La votación de hoy es una enorme victoria para la naturaleza europea y para los ciudadanos y ciudadanas que llevan mucho tiempo pidiendo una acción inmediata para atajar el alarmante declive de la naturaleza. Después de años de intensa campaña y muchos altibajos, nos alegramos de que esta ley sea ya una realidad (…) Ahora necesitamos que todos se pongan manos a la obra: Los Estados miembros deben aplicar correctamente esta legislación sin demora en sus países, en estrecha colaboración con todas las partes interesadas”.