Global Nature muestra ante la industria de la alimentación que la biodiversidad es clave para un sector sostenible
La biodiversidad agraria no es sólo la fauna y flora silvestre, sino un aspecto clave en la agricultura porque está directamente relacionada con la seguridad alimentaria y la estabilidad de suministro, ya que ayuda en la adaptación al cambio climático, permite un control biológico de plagas más eficiente, favorece la polinización y descompone la materia orgánica. Por sus inmensos beneficios, es clave para un sector sostenible, y así lo ha explicado el director-gerente de Fundación global Nature, Eduardo de Miguel, ante la industria de la alimentación en la feria Alimentaria Barcelona 2022. Este encuentro, que se celebra del 4 al 7 de abril, ha vuelto con fuerza tras dos ediciones sin presencialidad por la pandemia.
De Miguel ha realizado una ponencia bajo el título “La biodiversidad como elemento clave para un sector agroalimentario sostenible, enmarcada dentro de la jornada “Comprometidos con el planeta”. Entre otros aspectos, ha recordado que en la Unión Europea la agricultura ocupa más del 47% del territorio, y aproximadamente el 50% de las especies europeas dependen de los hábitats agrarios. En este sentido, ha hablado de diversos proyectos ,de la Fundación como, por ejemplo, el Observatorio de la Biodiversidad Agraria, en el que se realiza un seguimiento de la biodiversidad en el campo gracias a la ciencia ciudadana.
Además, el director de la Fundación ha expuesto casos de colaboración con empresas del sector en las que se está trabajando para conseguir una producción sostenible, esto es, FGN acompaña a la industria para conseguir un verdadero aprovisionamiento sostenible.
¿Qué es la agricultura regenerativa?
De Miguel también participó, en la jornada de inauguración de este salón, en la quinta edición del Foro Nestlé de Creación de Valor Compartido, en el que se llegó a la principal conclusión de que es necesario profundizar y divulgar más este concepto.
El Director de FGN resaltó que es necesario desterrar mitos como que la protección de la naturaleza juega en contra de los intereses económicos. “Las nuevas prácticas de este tipo de agricultura son rentables y aseguran el uso de la tierra durante años. Si pagáramos los servicios ambientales que generan dichas buenas prácticas, posiblemente se abaratarían las producciones de una agricultura sostenible”, explicó.
Más de un centenar de profesionales de la industria alimentaria y de la distribución asistieron de forma presencial a este encuentro, que también se ha podido seguir, por primera vez, de manera virtual.
En este sentido, Eduardo de Miguel ha explicado que la agricultura regenerativa se aplica, por ejemplo, en la finca experimental que FGN cuenta en Extremadura, El Baldío, en la que se realizan mejoras de los pastos a través de realizar pastoreo rotacional y del uso de razas adaptadas, o se siguen indicadores para comprender si lo que estamos realizando funciona. “También trabajamos con agricultores que practican una agricultura orgánica que va más allá de la certificación ecológica. Estos están interesados en mejorar sus suelos, en fomentar la biodiversidad bajo tierra y restaurar procesos biológicos”, detalló De Miguel.
Durante el debate, De Miguel también quiso apuntar el papel tan relevante del consumidor cuando compra productos procedentes de este tipo de agricultura y cómo existe un desfase brutal entre lo que piden los consumidores y lo que determinados actores del sector quieren vender.