Entre los días 21 y 23 de junio, técnicos de FGN y UVEG vuelven al trabajo de campo en los humedales de Castilla y León y Castilla-La Mancha. Esta constituye la tercera visita para la caracterización de los humedales piloto y selección de las parcelas de trabajo correspondientes. Durante esta, además, se ha seguido con la obtención de bioindicadores y diagnosis en los humedales de trabajo, en relación a la fijación de carbono respecto a su estado actual de conservación y modos de manejo. Estos trabajos se enmarcan en las acciones en campo y de medición del proyecto.
En Castilla y León, , durante estas jornadas han tomado protagonismo de nuevo las parcelas de experimentación dedicadas a siegas de vegetación palustre. Tanto en la laguna de La Nava como en la de Boada se ha trabajado en las zonas delimitadas como parcelas control y parcelas de experimentación. En esta ocasión, la vegetación se encontró muy crecida por haber pasado el período de crecimiento y floración primaverales, y se ha podido comparar que la vegetación en las zonas no segadas en la anterior jornada de trabajo de campo, es más alta y vigorosa que en las parcelas de siegas del proyecto, donde la vegetación palustre había crecido, pero en menor cantidad. Estas últimas han sido segadas manualmente por segunda vez, continuando así con los trabajos del estudio comparativo del proyecto.
En Castilla-La Mancha, en donde se tienen dos zonas experimentales para la siega, fue necesario volver a segar ya que el crecimiento de la vegetación, aunque no tan vigoroso como las parcelas control, alcanzó el mismo porte que éstas. Un detalle curioso fue notar la presencia de la planta conocida como castañuela (Cyperus rotundus), una hierba perenne emparentada con la planta que se utiliza para hacer la horchata. A nivel ecológico resulta interesante su presencia pues al seleccionar ambas zonas de siega, la planta no estaba, esto da indicios para pensar que una siega controlada podría aumentar la diversidad vegetal de la zona, aunque todavía es muy pronto para asegurarlo al menos en el marco de este proyecto.
También se ha continuado con la obtención de bioindicadores y toma de muestras en las parcelas. Y esta vez, y como novedad de Castilla y León, se ha llevado a cabo el parcelado de las zonas de exclusión de pastoreo, con ayuda de estacas y una malla metálica de división de las parcelas de estudio del resto del entorno de pastoreo.
Tras estos trabajos, el seguimiento de estas acciones continúa, y el objetivo es darles continuidad durante los próximos meses del proyecto.