Entre los días 28 de julio al 3 de agosto, técnicos de FGN y UVEG retoman el trabajo de campo en los humedales de Castilla y León y Castilla-La Mancha. Esta constituye la cuarta visita para, por una parte, caracterización de los humedales piloto y selección de las parcelas de trabajo correspondientes. Y por otra, se ha seguido con la obtención de bioindicadores y diagnosis en los humedales de trabajo, en relación a la fijación de carbono respecto a su estado actual de conservación y modos de manejo. Gracias a estas medidas, tomadas en cada visita, se puede hacer un seguimiento de los indicadores de cada una de las lagunas de trabajo a lo largo del tiempo, y analizando también sus variaciones estacionales.
La novedad de estos días de trabajo ha residido en el comienzo de otras acciones de conservación distintas a las anteriormente realizadas en las parcelas de experimentación del proyecto: el fangueo y el decapado. Ambas, son actuaciones de manejo de suelo susceptibles de influir en los balances de secuestro/emisión de carbono. Tanto en la laguna de La Nava como en la de Boada (Palencia, Castilla y León) como en la laguna de Manjavacas (Mota del Cuervo, Cuenca) se han delimitado nuevas parcelas control y de experimentación para ambas actuaciones, utilizando cañas vegetales para ello. Las parcelas además se han delimitado creando una especie de corral para evitar que, durante el proceso natural de inundación de las lagunas, una excesiva acumulación de sedimentos altere los valores de los procesos que se estarán cuantificando a lo largo de todo el proceso de monitorización.
El fangueo, es una acción de conservación gracias al manejo del suelo (sin agua) en la superficie de ocupación de las lagunas consistentes en remover el suelo de forma que (de estar presente) trituran la posible vegetación existente al mismo tiempo que airean la capa superficial del terreno.
Por su parte, el decapado, constituye otra acción de manejo de suelo (también en superficie sin agua) que favorece la conservación de las lagunas. De hecho, se ha demostrado gracias a otros proyectos que esta actuación es la más efectiva para la mejor conservación de estas lagunas en el largo plazo. Consiste en la eliminación del acúmulo de materia orgánica y vegetación muerta acumulada durante décadas, de los primeros centímetros del suelo. También se eliminarían con esta práctica los rizomas de las plantas, retardando así su reocupación. Las condiciones de humedad, estructura y la topografía del terreno, influirían de forma muy notable en la eficacia de esta acción.
Con el objetivo es dar continuidad a esta acción durante los próximos meses del proyecto, tras estos trabajos de campo, el seguimiento de esta continuará. En las siguientes incursiones sobre el terreno, se tomarán datos y se obtendrán bioindicadores, además de en las parcelas ya delimitadas anteriormente, en estas nuevas parcelas de experimentación dedicadas al fangueo y al decapado.
