La presencia de charcas es importante para el aumento de la biodiversidad, no sólo por su condición de humedales, sino también porque el agua que almacenan se filtra poco a poco por la tierra, ayudando a la fertilidad y riqueza del suelo. Proporcionan humedad mediante el rocío y el aire a gran parte de la finca. A lo largo de los años el agua se expande bajo la tierra, mejorando el suelo y los árboles. Además, agregan diversidad y elementos de interés al paisaje.
Un tipo de charcas ganaderas son los denominados “Estanques temporales mediterráneos”, hábitats de interés prioritario. Son lagunas y charcas con inundación temporal, muy someras, inundadas por lo general durante el invierno y la primavera, alimentados principalmente con agua de lluvia, con un ciclo de inundación irregular y fluctuante anual e interanualmente. Albergan una flora formada principalmente por plantas anuales y geófitos de distribución eminentemente mediterránea.
Durante los últimos años hemos realizado múltiples actividades destinadas a crear y mantener charcas ganaderas en el marco de acuerdos de custodia con propietarios privados de fincas, fundamentalmente en Extremadura.