LIFE FarmingBardenas apuesta por la conservación de la biodiversidad como una actividad rentable para agricultores y ganaderos
- La Comunidad de Bardenas Reales destaca la importancia de hacer una diferenciación del territorio en calidad que permita buscar alternativas para los protagonistas tales como usos tradicionales, agricultura, ganadería o caza
- El proyecto cuenta con el apoyo europeo para trabajar con acciones innovadoras en este espacio de la Red Natura 2000 y demostrar que agricultura y naturaleza unidas pueden ser soluciones ganadoras.
El proyecto LIFE FarmingBardenas trabajará durante los próximos cuatro años para desarrollar una gestión integrada del territorio para un aprovechamiento rentable y sostenible del mismo que, a su vez, permita mejorar el estado de conservación de las aves esteparias, un importante valor natural de las Bardenas Reales
La Comisión Europea ha valorado la alianza de actores estratégicos con los que cuenta el proyecto para su ejecución. La Comunidad de Bardenas Reales, encargada de coordinar el proyecto, canalizará el interés por integrar a la comunidad agraria del territorio en la búsqueda de soluciones. “Es necesario apostar por una diferenciación del territorio en calidad y buscar las mejores alternativas para los protagonistas del territorio, que son los agricultores, ganaderos y por ende la gestión cinegética” destacaba el presidente de la Comunidad de Bardenas Reales, Jose María Agramonte.
La Comisión Europea (CE) ha seleccionado este proyecto LIFE como ejemplo de cómo la conservación de la biodiversidad puede suponer una actividad rentable para los actores económicos y, en este caso, para los ganaderos y agricultores. “La CE ha visto el valor de las soluciones innovadoras que estamos planteando en este espacio de la Red Natura 2000 para demostrar que agricultura y naturaleza puede ir de la mano con soluciones ganadoras”, señalaba el director de la Fundación Global Nature Eduardo de Miguel, entidad que ha participado en más de 20 proyectos LIFE y aportará su visión integral y gestora en este proyecto.
Entre las acciones previstas destacan la implementación de nuevos cultivos y asociaciones de cultivos como la de cereal y leguminosa, el aumento de superficie pastoreada, la educación ambiental y la comercialización diferenciada de las materias primas atendiendo a criterios de biodiversidad, como en el caso del “cordero bardenero”, o el uso de herramientas innovadoras para la fertilización, el control de plagas y enfermedades.
El Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias (INTIA), referente de la innovación en la industria agroalimentaria trabajará en la integración de nuevos cultivos y asociaciones capaces de mejorar la rentabilidad del territorio, a la vez que ayuden a la conservación de las aves esteparias. “Queremos demostrar sobre el terreno que hay soluciones diferentes que pueden ser beneficiosas para todas las partes implicadas: la agricultura, las aves y el entorno” añadía el responsable de experimentación y proyectos de I+D de INTIA, Luis Orcaray.
Los resultados del proyecto y las buenas prácticas aprendidas durante el proyecto serán de utilidad para instrumentos de gestión en las propias Bardenas Reales y para todo el entorno de Navarra con el apoyo de GAN-NIK, Gestión Ambiental de Navarra (Gobierno Navarra), que aportará al proyecto su experiencia en labores de conservación de áreas de alto valor natural. “El proyecto se presenta como una oportunidad de desarrollo del y para el territorio y que marcará los pasos a seguir en otros ambientes similares” declaraba la responsable de proyectos europeos de la entidad, Eva Zaragüeta.
Además de estos actores clave, se trabajará con el apoyo de otros actores relevantes como GUTARRA, que cofinancia el proyecto, las asociaciones ASOBAR y ASCAPEBAR, impulsoras y germen de esta iniciativa a través de su participación en la custodia del territorio, UAGN, grupo AN y diferentes entidades científicas y administraciones han mostrado interés en compartir y utilizar el conocimiento generado.
“Sin duda, este proyecto marcará un antes y después para estas prácticas agrarias sostenibles, que verán recompensada su iniciativa con una comercialización diferenciada, con una mejor adaptación a las nuevas ayudas públicas y con un reconocimiento social por su interés en buscar las mejores soluciones en todos los usos tradicionales y en los nuevos que se albergan dentro del territorio como turísticos, educativos, culturares o de ciencia e investigación, que es lo que ahora la sociedad demanda” añade Agramonte.