El Prat recupera el arrozal tras 30 años sin cultivo
- Fundación Global Nature, con la colaboración de veinte personas voluntarias, ha realizado esta semana la plantación y la siembra del arroz en una jornada festiva. El Institut Valencià d’Investigacions Agràries ha cedido tres variedades de semillas de arroz antiguas para su cultivo.
- Torreblanca recupera así cerca de 2.400m2 de arrozal, que servirán para prevenir los incendios provocados por el abandono de terrenos
Tras meses de preparación del terreno, esta semana concluyen las acciones de recuperación de una plantación de arroz de 2.400 m2 en los alrededores del Parque Natural del Prat de Cabanes-Torreblanca. El objetivo de la Fundación Global Nature, coordinadora del proyecto, es recuperar el uso agrícola tradicional de estos terrenos, gracias a acuerdos con sus propietarios, para convertirlos en ‘cortafuegos verdes’ que ayuden a prevenir incendios, al mismo tiempo que favorecen la biodiversidad al crear una zona de parada y alimentación para las aves.
Con la ayuda y el asesoramiento del El Institut Valencià d’Investigacions Agràries (IVIA), se han seleccionado tres variedades de semilla (Senia, Bombón y Garbell) cuya resistencia a las plagas y a la salinidad de los campos valencianos las hacen idóneas. La plantación de semillas de arroz Garbell se ha llevado a cabo con la técnica tradicional de siembra a voleo mientras que las variedades de Senia y Bombón se ha realizado esta misma mañana a mano mediante plantación directa contando con la población local y con la colaboración de 20 voluntarios del IES Ramón Cid de Benicarló. Estos cultivos no tendrán una finalidad comercial. Su siembra, además de prevenir incendios, permitirá realizar un estudio en campo sobre las adaptaciones de las diferentes variedades de arroz en función de la salinidad del agua.
Cultivos como cortafuegos verdes
El Prat de Cabanes-Torreblanca es un espacio natural protegido que, no ajeno a la evolución general del paisaje valenciano, ha sufrido un alto grado de abandonado agrícola por falta de rentabilidad económica. La colonización por parte de la vegetación, principalmente por carrizo, donde antes había arrozales, ha provocado que los incendios, frecuentes en estos terrenos, modifiquen su comportamiento, aumentando la superficie quemada y los efectos devastadores de éstos, con las consecuentes pérdidas económicas, ambientales e incluso de bienes materiales. El Prat es un claro ejemplo de la necesidad de compatibilizar la protección de los valores ambientales, con la gestión agrícola sostenible y que a su vez aumente la biodiversidad.
“Conseguir la colaboración y cooperación de los propietarios de los pequeños marjales que rodean al espacio natural protegido, para transformarlos de nuevo en arrozales, es una necesidad que resuelve numerosos problemas” señala la técnica responsable del proyecto, Sonia Monferrer. “Supone un reclamo turístico basado en la conservación de la naturaleza, contribuye a la recuperación de tradiciones e infraestructuras asociadas con el agua, revitaliza la agricultura ecológica, posibilita la educación ambiental y además crea áreas de discontinuidad vegetal para el control y prevención de incendios forestales” concluye.
Para su ejecución, la Fundación Global Nature, entidad referente en España en la gestión y conservación de humedales, ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de Torreblanca y con la ayuda concedida por la Fundación Caixa Castelló y CaixaBank dentro de la III Convocatoria Medioambiental.
La confluencia de todas estas acciones servirá para crear protocolos que faciliten la implantación y exportación del proyecto a otras zonas en situación similar.