Esta Navidad, la cesta y la mesa llena de productos ecológicos de la tierra
En Fundación Global Nature volvemos a apostar, un año más, por la compra responsable, ecológica y de proximidad y animamos a que en este periodo navideño los productos de nuestra cesta y nuestra mesa sean de la tierra, es decir, ecológicos y de proximidad. Apostar por el mercado local y por los productores ecológicos es apostar por la calidad, la salud y el futuro del planeta. Como ejemplo, en la Fundación este año hemos encargado la cesta de navidad a nuestros compañeros de Cáceres para Comérselo, una iniciativa que cuida estos criterios, en este caso, en Extremadura.
Resulta fundamental revisar nuestras costumbres cuando vamos a comprar, algo más sencillo ahora que la pandemia nos ha obligado a poner muchas de ellas en cuestión. Podemos crear una alternativa de consumo saludable que afiance modelos productivos justos y responsables. Si somos muchos los que nos convertimos en consumidores responsables podremos crear diferencias significativas a favor del desarrollo sostenible global.
Estos son algunos de los sabrosos ejemplos que incluye la cesta que, además, destina parte de los beneficios (3€ de cada cesta) a apoyar proyectos como Plataforma Salvemos la montaña de Cáceres o la Fundación Alondra Ricoti, para apoyar la conservación de la Alondra.
- Vino ecológico Ricoti. Este vino DO Ribera del Duero se produce con la intención de contribuir a la preservación de la Alondra Ricoti, ave esteparia en peligro de extinción. Un ejemplo de producción agrícola y conservación de nuestro patrimonio natural.
- Cuña de queso, de la quesería Artesana Mamá Cabra un pequeño proyecto de campo y quesería distinto, basado en los principios de la agroecología y en el máximo respeto al medio y a los animales.
- Morcilla patatera de Mundos Nuevos, cuyas parcelas se tratan con los abonos orgánicos y con el sistema de pastoreo de Manejo Holístico y que apuestan por una Agricultura Regenerativa con actividades agroganaderas que no solo no deterioran el medio ambiente, sino que permiten mejorarlo.
- Siéntete mejor: comprar en ecológico y a nuestro vecino, nos asegura productos de calidad que cuidan nuestra salud. ¿Recuerdas aquello de somos lo que comemos? Además, si salimos a comprar, mejoraremos nuestras relaciones sociales (cumpliendo con la seguridad en esta época Covid), haremos algo de ejercicio y estaremos más en contacto con nuestro entorno. Caminar por las calles, disfrutar del día y del aire libre.
- Apoya al empleo de tu barrio o pueblo: Comprar en el barrio es un incentivo para la economía local, un impulso a las personas agricultoras y ganaderas cercanas que continuarán generando riqueza y puestos de empleo en tu comunidad. Además, ayudas a que los precios se fijen sin intermediarios.
- Cuida el planeta. Con una compra responsable ahorramos en combustible y en transporte, ayudamos al ahorro energético y generamos menos residuos de plásticos. Además, el consumo de proximidad y ecológico respeta los ciclos de vida de plantación y maduración de los productos y también es más respetuoso con la fauna y flora de la zona.
- Ahorra. Aunque parezca mentira, salir a comprar justo lo que queremos nos evita tentaciones de adquirir productos que no necesitamos, práctica muy común si compras online o en grandes centros comerciales.