En estos cuatro humedales se ha utilizado una máquina segadora anfibia para retirar la vegetación acumulada en algunas áreas y ampliar el área de espejo de agua. Se han abierto 80 ha de áreas cerradas de carrizo mediante siegas y fangueos, y el trabajo se ha reforzado mediante acuerdos con ganaderos tradicionales para que traigan rebaños de ovejas a Pego-Oliva o de vacas a Cabanes-Torreblanca. El ganado permite la apertura de claros en los humedales a la vez que ofrece pastos de buena calidad a los ganaderos. Se recupera así, en el caso de Cabanes-Torreblanca, una trashumancia que se había perdido en el último cuarto de siglo. Con este uso ganadero hemos logrado limitar el crecimiento de la vegetación palustre como el carrizo, y crear una mayor diversidad de ambientes para la flora y fauna. A esto se suma la plantación de unas 15.000 plantas, entre arbustivas y acuáticas.
En l’Albufera hemos participado en la gestión de humedales artificiales – filtros verdes – para mejorar la calidad del agua que llega a l’Albufera, generando habitats re-naturalizados que sirven de refugio a numerosas especies. A través de EcoSustain, una iniciativa internacional, también hemos trabajado en la medición continua de la calidad del agua en humedales mediterráneos con sistemas innovadores.
En los cuatro humedales desarrollamos acciones de mejora de hábitat para las aves acuáticas (especialmente del carricerín cejudo) mediante la plantación de especies arbustivas y plantas acuáticas. Todo en paralelo a actividades de sensibilización, educación y voluntariado. Destaca el trabajo compartido con el ayuntamiento de Torreblanca y el Parc Natural del el Prat de Cabanes-Torreblanca para gestionar el Espai Natura como centro de interpretación del Parque. Desde este centro desarrollamos actividades que van desde la formación en agricultura ecológica, al voluntariado, o actividades turísticas para el descubrimiento de los atractivos naturales del Prat.