Gracias a nuestra exitosa experiencia en el proyecto carriceín cejudo (Life Paludicola) podemos asegurar que el uso de ganadería controlada es una herramienta clave en la gestión de la vegetación, y que además, favorece el hábitat para numerosas aves acuáticas y palustres.
La diversificación del paisaje que generan los animales con la ingesta de vegetación en los humedales como: sendas de paso, zonas de descanso, entre otras, favorecen la aparición de claros entre la frondosa vegetación de carrizo, en los cuales las aves acuáticas pueden aterrizar para descansar y alimentarse.
Este trabajo pretende reforzar las poblaciones de bigotudo (Panurus biarmicus), un ave palustre desaparecida de la Marjal dels Moros; ya que se pretende que, con la gestión de la vegetación y la introducción del ganado, estas aves tengan mayores recursos y se adapten de nuevo en el humedal. Experiencia que se repetirá en la Marjal de Pego-Oliva con escribanos palustres (Emberiza schoeniclus), otra ave en peligro de extinción en nuestros humedales.
La recuperación de la actividad ganadera en las marjales costeras, podrá dar lugar a la recuperación de los servicios necesarios como abrevaderos, apriscos, vías pecuarias, entre otros, así como la oportunidad de generar nuevos puestos de trabajo y mantener los actuales.
Desde FGN aumentaremos nuestra red de custodia del territorio generando nuevos acuerdos con personas que se dedican a la ganadería y/o son propietarias de terrenos, para realizar actuaciones conjuntas que compatibilicen uso y conservación.
Aprovecharemos la labor de los herbívoros para la mejora y diversificación del hábitat en diferentes humedales: